Uno de los síntomas más inquietantes para cualquier conductor es notar que el coche ha perdido potencia. Aceleraciones lentas, dificultad para subir pendientes o una velocidad máxima reducida pueden indicar un problema importante.
Principales causas de pérdida de potencia
Filtro de aire sucio: Si el motor no recibe suficiente oxígeno, la combustión se vuelve ineficiente.
Obstrucción en el sistema de escape: Un catalizador o filtro de partículas atascado puede impedir la salida de gases.
Problemas con el turbo: En coches diésel, un turbo dañado puede reducir drásticamente el rendimiento.
Fallo en sensores: Especialmente el sensor de oxígeno, caudalímetro o sensor de presión del turbo.
Inyectores sucios o defectuosos: Afectan la entrega de combustible, disminuyendo la potencia.
Fallo en el embrague: Si patina, la potencia no se transfiere bien a las ruedas.
Qué hacer si notas pérdida de potencia
Comprueba si hay testigos en el cuadro.
Realiza un escaneo con diagnosis OBD si tienes acceso.
Lleva el coche a un taller si el problema persiste más de un día.
No ignores el fallo: podrías empeorar la avería.
Puedes encontrar sensores, turbos, catalizadores y otros repuestos de motor compatibles con tu coche en Desguaces y Piezas. Introduce tus datos y accede solo a piezas válidas para tu vehículo.
La pérdida de potencia puede tener múltiples causas, pero con un diagnóstico rápido y el repuesto adecuado, puedes resolverla sin gastar de más.
Este análisis se basa en los datos de más de 400,000 pedidos realizados en nuestra plataforma desde el año 2014, lo que nos permite identificar con precisión qué repuestos tienen mayor demanda debido a fallos frecuentes.